Ir al contenido principal

Carta de nuestro amigo Javier


A mi enfermedad:
Hace ya casi 8, a mis 19 años comenzaron tus primeros síntomas durante la universidad... durante las clases, las prácticas o los exámenes te empeñabas en recordarme que estabas ahí.

Me empeñé en renegar de tí...tú que tanto daño me has hecho, que tantos planes de futuro me truncaste y que tantas cosas que tanto me apetecía realizar me obligaste a declinar...solo pronunciar tu nombre ya me daba pánico "Colitis ulcerosa".
Intenté con montones de tratamientos que durmieras tranquila dentro de mí, sin hacer mucho ruido...fueron muchas horas de hospital y muchos ingresos los que utilicé para conseguirlo... pero tú te empeñabas en gritar cada vez más fuerte...y llegó nuestra primera cita en el quirófano.
Después con mucho esfuerzo conseguí poder terminar la carrera con la que tanto soñé, después de todo pude decir que era "profe"...y luego llegaron nuestra segunda, tercera y cuarta cita en aquella fría camilla debajo de esos focos.
Después de esa cuarta cita nos dimos "un tiempo" parecía que te habías olvidado de mí...y la verdad, es que no te echaba de menos.
En ese tiempo me volviste a dejar vivir en paz y me diste la tranquilidad que necesitaba para aprobar una oposición y conseguir mi puesto de funcionario en el mejor trabajo del mundo en el que tantas personitas te miran con cara de ilusión y curiosidad.
Cuando ya casi eras un mal recuerdo despertaste de tu siesta y a pesar de intentarlo mucho no conseguí volver a hacerte dormir y cual película de atracos tuve que elegir "o la bolsa o perder la vida" y te elegí a ti como la que serías mi nueva compañera de viaje en nuestra quinta y última cita.
...Y 4 meses después puedo decir que merece la pena luchar, que hay cosas que hoy ves una locura, que mañana no lo son tanto y que pasado mañana consigues hacerlas.
Hay momentos en los que no sabes en quien confiar porque nadie conoce mejor la enfermedad que quien la padece, y ver la incomprensión que recibes cuando no das con las personas adecuadas, es muy duro.
...Por suerte también hay momentos en los que encuentras ese apoyo que tanto necesitas en personas que ya siempre van a estar en tu corazón y que te ayudan a superarte día a día.
Por eso os doy las gracias, a compañer@s/amig@s del hospital, de estudios, de "pizarra", a mis alumn@s, a todo aquel que se ha cruzado en este camino, a la asociación de ostomizados de Castilla-La Mancha, a mi familia y por supuesto, a Irene Benítez García por motivarme a crecer y superarme día a día.
¡Sin vosotr@s nunca lo hubiera conseguido!

Javier Muñoz Rubio



Comentarios

LOS MAS VISTOS

Faja Abdominal para Bolsa de Colostomia

Las fajas para colostomía o ileostomía ayudan a contener la zona abdominal si esta ha quedado dañada o muy sensible después de la cirugía. El problema más común después de una cirugía, es la aparición de adherencias alrededor del estoma, así como la formación de una hernia abdominal. La debilidad de la pared muscular alrededor del estoma, precisa de una contención específica, diseñada para cada caso, que evite el infarto o prolapso intestinal. Esta contención la conseguimos con el uso de fajas para colostomía; las cuales a través de un orificio diseñado personalmente para cada paciente, permitirá la salida de la bolsa donde son depositadas las heces. La hernia paraestomal o hernia del estoma es una hernia asociada al estoma. Los dispositivos existentes no evitan la aparición de hernias en pacientes ostomizados ya que están destinados exclusivamente a la protección de la bolsa de ostomía.   La ostomía es una intervención que merma notablemente la calidad de vida al paciente que la sufre